Hace bastante tiempo publicamos una breve reseña sobre un diseño conceptual de jardines verticales, uno de los métodos más prácticos para cultivar plantas en espacios reducidos como pequeños patios o balcones de apartamentos.
En la misma onda, acabo de encontrarme con otra propuesta mucho más práctica: Minigarden, un sencillo y limpio set de piezas que ofrece la posibilidad de crear jardines modulares verticales con más espacio y compartimientos separados para las plantas, mayor estabilidad y menos impacto de la gravedad.
Ahora bien, si como yo han empezado a preguntarse cómo convertir esto en un proyecto DIY, entonces Woolly Wally Pocket es una excelente opción para inspirarse.
A diferencia de los Minigarden (que está hecho de piezas rígidas con una forma difícil de recrear con materiales caseros) los Woolly Pockets tienen forma de “bolsillos” adaptables a diferentes tipos de plantas, con agujeros que permiten colgarlos de ganchos de una manera más personalizada. Adicionalmente están hechos a partir de tela confeccionada con botellas de plástico recicladas, un material resistente, que deja que respirar a las plantas y al mismo tiempo es lo suficientemente impermeable para que el agua no gotee sobre el piso.
Por último, si lo que quieren es aprovechar esos espacios poco utilizados a nivel del piso, como escaleras y esquinas de los patios, una excelente idea es utilizar bloques de construcción (bloques de cemento o ladrillos) como maceteros.
Las opciones para convertir nuestros espacios en entornos más habitables, llenos de vida y color, son ilimitadas. ¿Alguna sugerencia para ampliar la lista?
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