Los jardines verticales surgen como un nuevo concepto que reverdece paredes y azoteas, maximizando el uso del bien más escaso en la ciudad: El espacio.
Algunos países como Alemania o Francia han valorado muy positivamente el diseño y creación de jardines verticales ya que, no sólo otorgan un valor estético, sino que añaden multitud de ventajas ambientales.
El jardín vertical consiste en tapizar muros y tejados con plantas que crecen sin ningún tipo de suelo, como hacen las epifitas, musgos, líquenes, orquídeas, helechos y bromelias, también llamadas plantas epifitas que usan de soporte a otras especies en lugar de enraizar al suelo. Para ello empleamos fibras sintéticas específicas adosadas a bastidores en la construcción de un jardín vertical.
Una de las características más destacables de los jardines verticales es la ligereza de su peso, así como su óptima instalación en el exterior de edificios, incluso sometiéndose a diferentes climas.
De la mano de los jardines verticales, se confeccionan superficies vegetales que sirven de filtros de aire y reguladores térmicos, reduciendo hasta 8 grados la temperatura exterior y hasta 10 decibelios la contaminación acústica.
No obstante, cabe señalar que el diseño de jardines verticales así como la naturación de azoteas es un trabajo desarrollado desde hace años, ofreciendo múltiples beneficios medioambientales a las ciudades.
Los primeros ejemplos de jardines verticales aparecen en Alemania, y actualmente más de cien ayuntamientos de ese país ofrecen incentivos para la construcción de cubiertas ecológicas.
En estos espacios caben huertos urbanos o simplemente especies apropiadas de vegetación. Si el uso de los jardines verticales no se ha extendido más es debido al problema que a veces se genera cuando la planta enraíza en el muro o el tejado, socavándolos e incluso destruyéndolos.
Nosotros, como especialistas en el diseño de jardines verticales, hemos solucionado la cuestión con una correcta impermeabilización imitando a la naturaleza, diseñando muros vegetales con plantas muy ligeras, irrigadas automáticamente con agua y nutrientes como vía para que la planta no busque su alimento profundizando con las raíces.
Usando una base metálica, una capa de PVC y otra de fieltros especiales como soporte se consigue que 30 plantas por metro cuadrado crezcan sin sobrepasar los 30 kg de peso en un jardín vertical.
Jardín vertical en Getafe - Detalle de una de las orientaciones
Jardín vertical Paisajismo Urbano - Crecimiento de hepaticas
Jardín vertical Paisajismo Urbano - Finalizado
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