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viernes, 14 de octubre de 2011

Jardín vertical en el hogar

Editorial Metroscubicos

Esta atractiva opción llenará de verde tu casa, así que si pensabas que era imposible tener tu propio jardín, reconsidéralo.

Los jardínes verticales son un cultivo hidropónico suspendido sobre los muros de cualquier fachada o interior que se encuentra conformado por una estructura metálica, una lámina plástica aislante trasera y una capa de fibra paludario.

Su sistema de riego es autónomo y deja correr el agua desde la parte más alta de la cortina foliar hasta cubrirla por completo. Su función es abastecer los nutrientes y abono que requieren las plantas para lograr un efectivo desarrollo. Por ello no se utiliza ninguna clase de sustrato o tierra, basta con los minerales que proporciona el agua, luz y dióxido de carbono que resulte en un crecimiento vegetal armónico.

En la parte más alta del jardín vertical se colocan especies como los arbustos de flor, dejando para las zonas cercanas al suelo aquellas especies como los helechos y musgos.

Especialistas coinciden en afirmar que se emplean plantas resistentes, por lo que el objetivo no es reemplazarlas sino tratar de mantenerlas a través del riego constante y una somera limpieza tres o cuatro veces al año.

El resultado es un atractivo mural que permite recrear un sistema viviente semejante al de la naturaleza, con todas las características de una novedosa propuesta ecológica.

Sus ventajas

En verano, la sombra proyectada por las hojas de la vegetación reduce de manera considerable el impacto de la radiación solar. Muchas plantas trepadoras levantan sus hojas en respuesta a la dirección del sol, creando un efecto de ventilación, ya que el aire fresco penetra hacia dentro y el aire caliente es dirigido hacia arriba.

La evaporación y transpiración aportan así un efecto de refrigeración. Por el contrario, en invierno, el follaje de las plantas persistentes actúa en cierto modo de aislante, ya que filtran el aire antes de que llegue a la fachada, reduciendo la pérdida de calor habitual.

Igualmente, la instalación de vegetación en fachada significa fijar, en las hojas polvo y otras partículas contaminantes (como plomo y cadmio) habituales en el ambiente urbano. La capacidad de fijación de partículas contaminantes es proporcional a la superficie de masa vegetal captadora.

Los jardines verticales también significan una importante contribución al entorno urbano gracias al aumento de la biomasa en la ciudad, que conlleva la atracción de fauna, y una mejora visual -sobre todo de paredes y fachadas posteriores de edificios que con frecuencia son poco atrayentes.

Muros verdes

En enero de 2009 se transformó un muro de la unidad habitacional La Valenciana, Iztapalapa, en un jardín monumental.

Esta es la primera de 10 unidades habitacionales que serán transformadas para ser amigables con el medio ambiente.

Los muros verdes o jardines verticales instalados en La Valenciana son estructuras que recubren las paredes (con o sin ventanas), para instalar en ellas plantas colgantes, que incluso tienen sistema de riego propio.

Son ligeros y sirven de filtro de aire y reguladores térmicos pues reducen hasta 8 grados la temperatura exterior y hasta 10 decibeles la contaminación acústica.


Fuente:Editorial Metroscubicos

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